Aunque le llamaban “Juan Gaiteru”, él nunca se refirió al instrumento como gaita, sino como “dultziña”. La dulzaina que utilizaba la compró en Durango al conocido fabricante de dulzainas Pradere en 1916 por 15 pesetas.

Agricultor de profesión, trabajó como guarda en la Mina del Morro antes de ir a la mili. Durante el servicio militar, aprendió solfeo, aunque prefería tocar de oído, pues le parecía más sencillo que seguir las notas.

Cualquier pieza que le gustara la adaptaba con facilidad a la dulzaina y la incluía en su repertorio. Aunque principalmente tocaba jotas y porrusaldas, también interpretaba fandangos, arin-arin, pasodobles e incluso la canción “Aita San Miguel Iurretako”, la “marcha real” y piezas relacionadas con los carlistas.

Tras 40 años de tocar, enviudó y decidió dejar de tocar en público. Sin embargo, en 1978, animado por Jose Javier Abasolo “Tiliño”, retomó el instrumento para participar en el Trikitilari Eguna que se celebraba anualmente en Iurreta durante las fiestas de San Miguel. Desde entonces, fue un participante habitual en dicha festividad, siendo homenajeado en 1979. En 1983 recibió otro homenaje en la IX edición del Día del Dulzainero en Laguardia-Biasteri.

En 1985, de la mano de Juan Mari Beltran, representó a los dulzaineros bizkainos en la grabación del disco y video Euskal Herriko Soinu Tresnak, que recoge piezas y videos de los instrumentos tradicionales del País Vasco.

Falleció el 1 de noviembre de 1988 en el caserío Barrueta de Bedia.